Durante los últimos años la tecnología Web ha adquirido una importancia significativa en las diferentes industrias; las cuales utilizan esta tecnología para minimizar costos, publicar servicios, realizar ventas en línea, generar transacciones electrónicas o simplemente manejo de información que puede ser catalogada como sensible, alineado a las
regulaciones emitidas recientemente por el gobierno. A pesar de ser muy funcional esta tecnología en los últimos años, se ha visto amenazada por los diferentes ataques realizados por terceros (hackers) cuya finalidad es obtener beneficios propios.
Se ha comprobado que en los últimos años, 75% o más de los ataques electrónicos fueron a nivel de aplicación (y no a nivel de host o de red). Blancos atractivos: Todo tipo de transacciones se realizan actualmente en la web, y cada vez en mayor proporción. Detalles de cuentas bancarias, tarjetas de crédito y todo tipo de información confidencial y de valor circulan en enormes cantidades y continuamente. Es por ende lógico que la mayoría de los esfuerzos de hackers y demás atacantes se centre en vulnerar estas aplicaciones.